El día que Buck Rogers y Ray Bradbury salvaron el futuro

Sideshowmonkey
Cuando tenía nueve años, Ray Bradbury dejó de recortar la tira cómica diaria de Buck Rogers del Waukegan News-Sun. La decisión iba a ser un punto de inflexión en su vida.

Estaba loco por la tira pero sus amigos de cuarto curso se burlaban de él. Buck Rogers no era importante, ese futuro no iba a suceder. Así que destruyó toda su colección.

Una mañana, dos semanas más tarde, despertó llorando.

Me pregunté a mí mismo: ¿Por qué estoy llorando? ¿Quién ha muerto? La respuesta fue: yo. Así que pregunté: ¿Por qué me estoy muriendo? ¿De qué? La respuesta era que me estaba muriendo porque había destruido el futuro porque yo había escuchado a esos tontos.

Entonces dije: Bueno, ¿cuál es la solución? ¿Cómo no morir? Y la respuesta fue, vuelve hacia atrás y colecciona tiras cómicas y a Buck Rogers y haz que tu vida esté completa. Así que volví y comencé a coleccionarlas de nuevo. De repente toda mi vida volvió, todo mi amor.

Y entonces tomé la decisión de no volver a escuchar nunca más a otro idiota en mi vida. Ese fue el día en que aprendí que yo tenía razón y todos los demás estaban equivocados. Si Dios te trata bien enseñándote una lección desastrosa, nunca se te olvida.
Volví a coleccionar Buck Rogers. Desde entonces he sido feliz. Porque así empecé a escribir ciencia ficción. Desde entonces nunca le he prestado atención a nadie que criticara mi gusto por los viajes espaciales, las barracas de feria o los gorilas. Cuando eso ocurre, recojo mis dinosaurios y me voy de la habitación.
A veces ocurre que se tiene razón y hay que volver atrás como sea para que la vida vuelva a estar completa y el futuro vuelva a existir. Aunque siempre habrá quien no crea en él. Bueno, entonces que sea su problema.


2 comentarios:

  1. Volver atrás y recuperarte, no hay otro modo, con o sin tiras cómicas.
    Lástima que no siempre seamos capaces de recordar en qué momento nos perdimos

    Un beso

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    1. A veces tardamos demasiado en reaccionar, todo se acumula... Pero no queda otra.

      Besos.

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