Estación de nieblas

Por los amigos presentes, 
los amores perdidos, 
los viejos dioses, 
y la estación de las nieblas, 
y que cada uno de nosotros le dé al diablo su merecido.

Recortando que es gerundio

La historia de hoy podría decirse que empezó después del verano aunque, para ser sincera, tendría que añadir que hunde sus raíces en el calendario hasta hará unos 4 años...

Por aquel entonces, y tras varias malas atenciones, decidí cambiar de ginecólogo en la Seguridad Social y, por si acaso, empezar a buscar también una segunda opción en la medicina privada. Ni que decir tiene que ambas búsquedas me llevaron mi tiempo pero, con todo, y a pesar de las muchas limitaciones del servicio aun en todavía época de vacas gordas, conseguí lo que quería: era posible la libre elección de médico, siempre y cuando el profesional en cuestión no hubiera ya cubierto un cupo máximo de pacientes a su cargo. También conseguí dar con la seguna opción que necesitaba y todos contentos.