Outsider

Pues la verdad es que este año me tira dedicarle una entrada al Día Internacional de la Mujer. Quizás sea por la que está cayendo, que ya se sabe que las crisis son una excusa estupenda para cometer las mayores barbaridades mientras se las envuelve, eso sí, con un bonito papel de regalo de falso y retorcido sentido común. También porque hay veces que se confunde lo importante con lo urgente pero son más las veces que nos quieren confundir. 

Tampoco es por azar la elección del título de esta entrada. ¿Por qué outsider? Pues por ese significado y sentimiento de estar en un aparte de lo que son los grupos o centros de decisión, de ser el candidato sin posibilidades. En muchos sentidos, a la mayoría nos toca jugar ese papel todavía hoy. De ser mayoría en número pero minoría en capacidad de decisión. También al revés, de quienes toman decisiones apartados de las diferentes realidades, de espaldas a ellas.

A medida que se camina, el camino, a su vez, cambia. Porque nosotros lo percibimos de nuevos modos, porque cambia el paisaje, pero también porque se adapta a nuestros muchos pasos. No puede fiarse nadie de que esto signifique que ya no tiene sentido ni fin, o que haya sido finalmente acabado, solo porque no haya que abrirse paso entre la maleza al modo de antes. Lo que no se cuida se pierde. No es posible ir siempre en línea recta, pero hay que ir. Así que, ¿qué tal si hacemos un trecho juntos?