Vive como quieras

Ahora que se nos fue definitivamente el verano, comienza el mal tiempo, las malas noticias nos asaltan a todas horas en todos los medios y estamos ya todos instalados en lo que se ha dado en llamar cotidianidad, hacedme caso y reservad un par de horas en la agenda para hacerle una visita al señor Capra. Más exactamente, hacédsela al abuelo Vanderhof, que seguramente no tardará en haceros confesar algún talento oculto y en invitaros a su casa para desarrollarlo sin miedo y a tiempo completo.

Crionizada

Alliec
Más que decir helada, claro. Cada cierto tiempo sale una noticia relacionada con la crionización humana. Es algo cíclico, no una novedad, es cierto. La de este final de verano ha sido que ya están aquí. O por lo menos lo intentan.

Desde entonces no hago más que darle vueltas a una de las historias -reales- que nos cuenta el novelista Julian Barnes en su obra Nada que temer, un caso que refleja a la perfección cómo la realidad siempre termina por imponerse, por las buenas o por las malas. La vida es tragicómica, qué le vamos a hacer. Aunque me da que si la acción hubiese transcurrido en el siglo XIX en vez de en la actualidad... No sé, quizás hubiera tenido un cierto aire novelesco. Ahora... Sinceramente, no sabría describirlo.