No hay duda de que internet es un pañuelo. De repente, un buen día, puedes ir a parar por casualidad a un sitio que te traiga a la mente los recuerdos más antiguos. Uno de estos recuerdos es, sin duda, la de una antigua superstición que mantenían en su día en el pueblo original de mi madre, en la provincia de Badajoz. En él, las ancianas, todavía afirmaban que la luna llena era fatal para la lactancia ya que la luna, en esta fase, tenía la facultad de cortar la leche de las madres, con el consiguiente peligro para el niño y los quebraderos de cabeza que esto habría podido suponer para las familias humildes antiguamente, en tiempos anteriores al biberón, al tener que verse forzadas a buscar una nodriza. Sin embargo, esto tenía solución: las mujeres se colgaban al cuello un amuleto de metal en forma de media luna que, según contaban, tenía la capacidad de neutralizar el poder dañino de la luna llena. Curioso, ¿verdad? A mí, por lo menos, siempre me lo pareció: era el único lugar en el que había oído esta historia y no sabía cual podría ser su origen.