Aguas turbulentas

yhenz
Todavía con la niebla de noviembre enredada en los tobillos, y haciéndome tropezar a cada rato, me dedico a guardar momentos como los de este puente en la cajita de recuerda que vendrán tiempos mejores. No tengo remedio, me voy quejando a regañadientes por los rincones de los malditos hombres grises mientras que ahí fuera me dedico a aguantar con moral estoica cada revés y cada nueva presión en el trabajo. Tanto, que mirad cómo me estaba quedando el blog, hecho una pura queja; y además, hablando raro, que es lo peor.